Los autos en Estados Unidos se están poniendo viejos, pero podría ser por muy buenas razones
El inventario total de autos nuevos en Estados Unidos llegó a 2.32 millones unidades durante mayo del 2024, el nivel más alto desde diciembre de 2020, cuando los efectos secundarios de la pandemia del Covid-19 crearon una tormenta perfecta en la red global de suministros y la histeria generalizada por comprar cualquier cosa que estuviera disponible, incluyendo los autos nuevos y usados.
También en mayo, el precio promedio de un auto nuevo llegó a $47,010 dólares, muy por debajo del récord de $50,300 dólares de junio de 2023.
Sin embargo, esa cifra sigue siendo demasiado alta para la mayoría de los presupuestos debido a las altas tasas de interés vigentes para el financiamiento de la compra o lease, que pueden ir del 5.38% al 6.80% anual para los que tienen un récord de crédito casi perfecto (superprime de 781 a 850 puntos) y de 15.62% al 21.57% para los que tienen el puntaje más bajo (deep subprime de 300 a 500 puntos).
A todo esto hay que agregar que el precio promedio de la gasolina tiene lustrados a 73% de los conductores, quienes consideran que eso es peor que la inflación de los alimentos.
Hablando de la inflación, recientemente se reveló que el principal motor que impulsa los altos precios en toda la economía, es el costo de las pólizas de seguro de auto, que aumentó 20.3% tan solo en mayo.
Todo esto, más la incertidumbre sobre la transición a los autos eléctricos, resulta en un mercado de autos que tiene confundidos tanto a los fabricantes como a los consumidores.
De la gasolina a la electricidad y de regreso
Según los resultados de un estudio realizado por la consultora de gestión global McKinsey & Co., 46% de los conductores de vehículos eléctricos en Estados Unidos, probablemente volverían a uno con motor de gasolina, cuando llegue el momento de cambiarlo.
El estudio McKinsey Mobility Consumer Pulse 2024, que encuestó a 30,000 personas, reveló que 29% de los propietarios de vehículos eléctricos en todo el mundo están considerando volver a la gasolina.
De los nueve países encuestados, sólo los conductores de vehículos eléctricos de Gran Bretaña tenían un porcentaje mayor (49%) que los de Estados Unidos que dijeron que era probable que regresaran a un sistema de propulsión con gasolina.
Las principales razones para no continuar manejando un auto eléctrico fueron las obvias y conocidas: “demasiado caro” (45%), “complicaciones para la recarga” (33%) y “limitaciones sobre la autonomía” (29%). A pesar de eso, la encuesta también encontró que la intención de compra global de vehículos eléctricos continúa aumentando, pero más lentamente que antes.
Los hallazgos de la encuesta coinciden con el cambio de estrategia de varios fabricantes en todo el mundo que están reduciendo la producción de vehículos eléctricos en respuesta a la desaceleración en la demanda.
Lo nuevo (al parecer) ya no es mejor
Esta combinación de factores negativos, principalmente para los consumidores, ha dado como resultado el retraso en el cambio del auto viejo por uno nuevo, pero se está notando una nueva tendencia en la que muchos conductores no están convencidos que las nuevas ofertas de los fabricantes (ya sea con motor de gasolina, híbridos, Plug-In Hybrid o 100% eléctricos) sean mejores que los productos que pretenden reemplazar.
El deseo por lo nuevo forma parte del instinto de superación, pero ahora, muchos conductores que no se dejan convencer fácilmente por luces LED, motores más pequeños, menos potentes y con sistemas de ciclos de auto/stop, que apagan los motores para ahorrar combustible cuando los vehículos están parados y transmisiones continuamente variables (CVT), entre otras cosas.
Peor aún, hay muchos consumidores que le temen que los “vehículos conectados digitalmente” que puedan exponer su información personal, a sus agencias de seguros o incluso al gobierno.
Por lo tanto, millones de conductores se están aferrando a los motores V8 que están en vías de extinción, las transmisiones manuales e incluso cosas más simples como los reproductores de CDs en el sistema de audio.
Buenas opciones en modelos nuevos
Para los que no pueden prologar más la vida de sus autos viejos, ya sea por fallas mecánicas que son más costosas que el valor del propio vehículo o los que lo deben reemplazar tras un accidente en que la compañía lo declara “perdida total”, existen opciones de autos nuevos que podrían facilitar las cosas.
Volkswagen, por ejemplo, anunció esta semana que el legendario sedán Jetta todavía con motor de gasolina y la opción de transmisión manual, saldrá a la venta en Estados Unidos a finales de 2024, con un precio de apenas $21,995 dólares, $250 inferior, al del modelo 2024.
En cuanto a los eléctricos, Chevrolet presentó el Equinox EV que tiene rango de hasta 319 millas para los modelos FWD y precio base (Manufacturer´s Suggested Retail Price, MSRP) de solo $34,9952 dólares, antes del crédito federal de $7,500 dólares, lo que rompe por lo menos las barreras del rango limitado y el precio elevado.
Estas dos últimas suenas como muy buenas opciones, pero quizá la mejor es sacarle otras 100,000 millas al que auto estás manejando.
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