China produjo su vehículo eléctrico número 10 millones en 2024 y no tiene freno a la vista

Xin Guobin, el viceministro del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China, posó el jueves pasado en Wuhan, provincia de Hubei, en el centro de China, con un SUV rosado Voyah Zhiyin, que se convirtió en el vehículo eléctrico número 10 millones producido en ese país en lo que va del 2024.

Al otro lado del mundo, casi a la misma hora, el presidente de China, Xi Jinping, estaba en Perú para participar en la cumbre de la APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation) y para inaugurar el Puerto de Chancay, ubicado a unas 43 millas al norte de Lima, Perú, tras 8 años de obras y una inversión de más de $3,400 millones de dólares.

El nuevo puerto, encabezado por la empresa estatal china Cosco Shipping Company, cuanta con 15 muelles de gran calado para la operación de barcos transportadores de contenedores, oficinas, servicios logísticos y un túnel de 1.25 millas para dar salida a la carga, que incluirá entre otras cosas, autos eléctricos chinos para continuar aumentando su participación de mercado en América Latina.

Mientras tanto, en Estados Unidos, continuaban los rumores sobre la inminente cancelación del crédito fiscal de $7,000 dólares a las ventas de los autos eléctricos por parte de la administración del presidente electo, Donald Trump, lo que podría tener graves consecuencias para una transición hacia los vehículos eléctricos que de por sí, tiene años de atraso en comparación con la industria china.

Todo esto, después de que Estados Unidos aumentó los aranceles a los vehículos eléctricos fabricados en China del 25 al 100% a partir de septiembre pasado y se discuten nuevas leyes para prohibir por completo cualquier tipo de equipos de info-entretenimiento y comunicación con software MADE IN CHINA.

El mes pasado, la Unión Europea votó a favor de aumentar el arancel de importación del 17 al 35.3% a los vehículos eléctricos puros fabricados en China, tras una investigación antisubvenciones.

China, mientras tanto, sigue avanzando en su conquista global.

Diez años de crecimiento acelerado

El sector de vehículos eléctricos de China despegó en 2015 impulsado por fuertes subsidios del gobierno, inicialmente dirigido a fomentar la propiedad de vehículos eléctricos en ese país y reducir sus altos niveles de contaminación. 

En la actualidad, las ventas de automóviles eléctricos puros e híbridos enchufables (PHEV) hechos en China ya representan 65% del total mundial de su producción, según la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China y los analistas han pronosticado que la producción y entrega anual de automóviles eléctricos superará los 12 millones de unidades este año. 

Para estimular aún más la industria de los vehículos eléctricos, las autoridades locales empezaron a ofrecer incentivos adicionales a los consumidores, incluyendo permisos de conducción gratuitos, tarifas de estacionamiento más bajas y exenciones de impuestos al consumo. 

En los primeros 10 meses de 2024, se vendieron 17.3 millones de vehículos en China, incluyéndo 9.75 millones de vehículos eléctricos, un aumento de 34% más que hace un año

Según datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM), un consorcio industrial respaldado por el gobierno, la celebración del vehículo eléctrico número 10 millones salió de la línea de producción el jueves pasado, marcó un aumento de 4.3% con respecto al mismo período del año pasado, y superó la producción de 2023 siete semanas antes de fin de año.

La amenaza para el resto del mundo es que según datos de la consultora Automobility, con sede en Shanghái, China continental tiene una capacidad de fabricación total de 40 millones de vehículos al año y ventas de alrededor de 22 millones de unidades.

Estados Unidos, el mercado de Tesla

En un marcado contraste con las noticias eléctricas de China, en Estados Unidos se vendieron aproximadamente 945,000 vehículos eléctricos hasta el final del tercer trimestre de 2024, lo que a primera vista parece alentador, ya que al cifra representó 9% más que los niveles del año anterior y más del 60% más que en 2022. Solo en el tercer trimestre, las ventas aumentaron 11%, lo que como hecho aislado parecería muy positivo.

Sin embargo, lo cierto es que con los casos excepcionales del Tesla Model 3 y el Model Y, todavía no hay producción en masa de vehículos eléctricos en Estados Unidos.

La Ford F-150 Lightning fue el quinto vehículo eléctrico más vendido en el mercado de Estados Unidos, con casi 23,000 unidades, apenas un poco menos que el popular Rivian R1 (23,300) y por delante del nuevo Cadillac Lyriq (20,000).

En comparación, del Tesla Model 3 y el Model Y, se vendieron más de 131,000 y 284,000 unidades, respectivamente, los que los coloca en un mercado aparte, casi exclusivo.

Mientras tanto, un estudio de la firma de JD. Power and Associates reveló que los compradores de vehículos eléctricos de batería siguen menos satisfechos que los de vehículos con motor de combustión interna, en buena parte por la falta de conocimiento y la experiencia del personal de los concesionario con esta nueva tecnología.

Los compradores de Tesla, en particular, reportaron una satisfacción notablemente menor con la eficacia de la explicación de las características del vehículo.

Todo esto demuestra, una vez más que el camino hacia la electrificación no será tan rápido y mucho menos fácil para los fabricantes de autos tradicionales.

Por lo menos en Estados Unidos, Tesla parece tener asegurada una posición de privilegio por lo menos durante los próximos 4 años o hasta que los autos eléctricos chinos, puedan entrar a este mercado, quizá a través de otro puerto chino, en México.

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