Ingeniero mexicano elegido para encabezar el rescate global de Nissan
Nissan Motor Co., Ltd., que alguna vez fue una de las compañías más innovadoras y exitosas del mundo, pero que en los últimos años ha perdido terreno al grado de quedar bajo amenaza de bancarrota, nombró el martes al mexicano Alejandro Espinosa como su nuevo CEO.
El nombramiento de Espinosa, de 46 años, que se hará efectivo a partir del 1 de abril, puso fin a semanas de especulaciones sobre quién sucederá a Makoto Uchida, quien ocupó el puesto desde 2019, cuando empezó el declive global de Nissan.
“Lamento profundamente haber tenido que pasarle el testigo a mi sucesor en estas circunstancias”, dijo el ex director ejecutivo.
Espinosa aseguró que acababa de enterarse y que se estaba tomando un tiempo para reflexionar sobre el nombramiento y el reto que implica su cambio de ascenso en la jerarquía del que todavía es el 3er. fabricante de autos de Japón detrás de Toyota y Honda.
“Vamos a analizar todo el sistema”, dijo Espinosa. “Estoy muy emocionado de continuar con el trabajo de Uchida para ayudar a que Nissan brille nuevamente. Sinceramente, creo que Nissan tiene mucho más potencial del que vemos hoy”.
El ejecutivo mexicano no es el primer CEO que no es japonés en la historia de Nissan. El franco-brasileño-libanés, Carlos Ghosn, fue nombrado al cargo en 2001, cuando la compañía también estaba al borde de la bancarrota, y logró sacarla a flote con su innovador estilo ejecutivo, que incluyó una serie de medidas de reducción de costos y cambios estratégicos que llevaron a una mejora drástica en el desempeño de la empresa.
En 2018, Ghosn fue arrestado en Japón bajo sospecha de delitos financieros y, mientras estaba bajo arresto domiciliario en Tokio, escapó de forma espectacular a Líbano en diciembre de 2019, ocultándose dentro de una caja que fue enviada como carga en un avión privado.
La amenaza china y de los aranceles
Como casi todos los fabricantes de autos tradicionales, Nissan ha sufrido grandes pérdidas de participación de mercado ante el impulso de los nuevos fabricantes chinos, que han revolucionado la industria con modelos de buen diseño, tecnología avanzada y precios que son entre 30 y 40% más baratos.
Nissan enfrenta problemas adicionales como el fracaso de sus vehículos híbridos en Estados Unidos, la falta de modelos nuevos de su división de lujo, Infiniti, y el reciente retiro del legendario modelo deportivo GT-R, cuyas órdenes terminaron el mes pasado y dejaron a la marca sin un modelo de reemplazo a la vista.
También enfrenta la amenaza de la administración del presidente Donald Trump, de aranceles de 25% o más sobre los vehículos que exporta a Estados Unidos desde México, un importante centro de fabricación y uno de sus principales mercados de ventas.
El mes pasado, la firma Fitch Ratings redujo la calificación de Nissan a “basura”, eliminando su último estatus de grado de inversión restante de una importante agencia de calificación crediticia y destacando la incertidumbre sobre el plan de recuperación de la compañía.
“Nissan tiene que darse prisa y hacer muchos recortes y volver a la rentabilidad, pero no tan profundamente que no pueda invertir en productos”, dijo uno de sus analistas.
En 2024, las ventas globales de vehículos de Nissan fueron de 3,348,687, una ligera disminución con respecto a 2023. En el último trimestre de 2024, la compañía reportó una caída del 78% en las ganancias del tercer trimestre y redujo su perspectiva para todo el año por tercera vez, en febrero.
Espinosa aseguró que parte de su estrategia para rescatar a Nissan se enfocará en vehículos para entusiastas, como lo fue en la década de 1990, hasta principios de la de 2000.
En concreto, el nuevo CEO dijo la publicación británica Top Gear en 2023 que quería recuperar la producción de vehículos que “tuvieran un grado arraigado de diversión”

“Dependiendo del momento en el que nos fijemos, siempre hemos tenido el GT-R, siempre hemos tenido el Z y siempre hemos tenido un [auto de nivel de entrada], ya sea un hatchback deportivo como el Pulsar o algo más de ese nivel [de precio y rendimiento]. Y hoy en día esto es algo que echamos de menos. Este nivel [de precio y rendimiento]. Es una de las cosas que puede hacer que la llama vuelva a resurgir”, dijo Espinosa cuando todavía era el Director Global de Planificación.
Nissan y Honda estuvieron en negociaciones sobre una fusión para crear una compañía de $60 mil millones de dólares, pero las conversaciones fracasaron después de que Honda propusiera convertir a Nissan en una subsidiaria, según varias fuentes.
Nissan estaría ahora abierta a negociar con nuevos socios, incluyendo la firma Foxconn de Taiwán, que fabricaba dispositivos para Apple y estaría interesada en ingresar a la industria automotriz.
“Podemos abrir muchas posibilidades”, dijo Espinosa sobre el futuro inmediato de Nissan, pero prefirió no hacer hacer comentarios sobre la posibilidad de reiniciar las conversaciones con Honda sobre una fusión de los dos gigantes japoneses.
Liderazgo de Nissan habla español
Si logra un nuevo resurgimiento para Nissan, el CEO mexicano lo hará de la mano de otros ejecutivos que hablan español: el cubano americano Alfonso Albaisa es el Director Global de Diseño de Nissan e Infiniti, el ecuatoriano, José Román, es el CEO de Infiniti y el colombiano Michael Cárcamo, dirige el programa de autos deportivos de Nissan desde 2015.
Con excepción de Albaisa, quien inició su carrera en Nissan en Estados Unidos, los otros tres ejecutivos tienen como común denominador el hecho de que consolidaron sus carreras en Nissan Mexicana, la subsidiaria que tiene más de 60 años de historia en el país y 17 consecutivos como la marca con mayor participación de mercado.
“Dadas las circunstancias de la empresa, será un comienzo muy difícil para Ivan”, dijo Yasushi Kimura, Presidente de la Junta Directiva de Nissan, en una conferencia de prensa.
Uchida, el CEO saliente elogió a su sucesor: “… todavía está en sus 40s (años) y lleno de energía”, dijo Uchida. “También es un verdadero aficionado a los autos“.
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