Tu auto podría estar compartiendo tus datos personales: ¿qué hacer para evitarlo?
La práctica comenzó hace años, cuando las compañías de seguros comenzaron a ofrecer incentivos y tarifas mensuales más bajas para que los conductores compartieran datos como su promedio de velocidad, la intensidad con que aceleran o frenan y la cantidad de millas recorridas por día, a través de dispositivos instalados voluntariamente en sus autos o a través de aplicaciones en sus teléfonos celulares inteligentes.
Pero a mediad que avanzó la tecnología de los sistemas de infoentretenimianto y la costumbre de los conductores a “conectar” su auto a todas sus actividades, tanto las aseguradoras como los propios fabricantes de autos comenzaron a acumular, y compartir, más información.
A veces, la acumulación de datos sucede con el conocimiento y el consentimiento del conductor debido a la mala práctica de firmar los largos textos que aparecen en las pantallas de los dispositivos que requieren una firma bajo la leyenda: “He leído y entendido todo lo incluido en este “disclaimer” (“descargo de responsabilidad”).
Gracias a ese consentimiento, los fabricantes de autos y las compañías aseguradoras empezaron a ofrecer pólizas de seguro basadas en el uso, en el que el precio se determina en función de los hábitos del conductor, por lo que un conductor que maneja solo 20 millas de la casa al trabajo entre semana y 20 más el fin de semana para ir al supermercado o la iglesia, es considerado un “mejor conductor” y por lo tanto pude acceder a una póliza de seguro menos costosa.
Ese sería el escenario más transparente y beneficioso para el conductor.
Más allá del GPS y las redes sociales
Sin embargo, los autos modernos con conectividad automática a través de internet y Bluetooth, pueden compartir datos adicionales como los destinos marcados en el sistema de navegación, la solicitud de servicios de asistencia a la carretera y datos sobre las funciones de acceso y encendido remoto de los vehículos.
En otras palabras, tu auto puede compartir el historial de un conductor que maneja todas las noches a un bar o una licorería, para almorzar en McDonald´s 3 o 4 veces a la semana ha pedido ayuda en la carretera por incidentes menores y le presta su convertible a un primo los fines de semana.
Potencialmente, todos esos datos pueden ser compartidos no solo con las compañías de seguros, sino con otras especializadas en la recopilación de datos como la firma LexisNexis, que a su vez, pueden vender esa información a compañías de seguros de salud, en algunos casos, o incluso a las autoridades.
Según varios reportes de publicaciones especializadas como Automotive News y diarios como The New York Times, eso es lo que han estado haciendo fabricantes como General Motors, Honda, Kia y Hyundai, a través de funciones opcionales en sus aplicaciones de automóviles conectados que califican la conducción de las personas.
Es posible que algunos conductores no se den cuenta de que al activar esas funciones – sobre todo al firmar los disclaimers sin leerlos o entenderlos -, hayan autorizado a los fabricantes a compartir esos datos personales.
Según The New York Times, que en marzo pasado publicó una investigación sobre un conductor que tenía un lease de un Chevrolet Bolt y recibió un aviso de renovación de la póliza del seguro con un significativo aumento de precio, dijo que es “especialmente preocupante que algunos conductores de vehículos fabricados por General Motors, reportaron haber sido rastreados incluso cuando no activaron la función, llamada OnStar Smart Driver, y que, como resultado, las tarifas de su seguro aumentaron”.
A raíz de la publicación, se descubrió que la compañía LexisNexis estaba vendiendo sus datos de conducción a compañías de seguros y luego un segundo informe detalló una propuesta de demanda colectiva presentada por un propietario de un Cadillac XT6 que denunció que hasta siete compañías le negaron el seguro debido a su informe de conducción LexisNexis, proporcionado a las empresas sin su conocimiento.
Ambos vehículos estaban equipados con OnStar, la marca de servicios conectados de GM que recopiló datos utilizados por LexisNexis y como consecuencia, General Motors puso fin a su asociación con LexisNexis y Verisk, una empresa similar que también vendía datos de conducción a compañías de seguros.
Investigación en curso
Todas estas revelaciones han impulsado pedidos de senadores estadounidenses para que la Comisión Federal de Comercio investigue a las empresas involucradas.
“Los fabricantes de automóviles no sólo han mantenido a los consumidores en la ignorancia respecto de sus prácticas reales, sino que varias empresas los engañaron durante más de una década al no respetar los propios principios voluntarios de privacidad de la industria”, dijeron los senadores Ron Wyden y Edward Markey en una carta a la FTC.
“Los datos de ubicación de vehículos se pueden utilizar para identificar a estadounidenses que han viajado para buscar un aborto en otro estado, han asistido a protestas, a grupos de apoyo para el alcohol, las drogas y otros tipos de adicción, o identificar a aquellos de religiones particulares, como se revela a través de viajes a lugares de alabanza.”
Mientras avanzan las investigaciones y se anuncian posibles consecuencias para las empresas involucradas, los conductores deber informarse sobre lo que puede hacer su auto, más allá de llevarlo de la casa al trabajo.
Y quizá, detenerse a pensar un poco más a la hora de firmar los documentos que dicen: “He leído y entendido todo lo incluido en este “disclaimer”.
Fuentes: Automotive News, The New York Times
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