Ferrari: pasión adictiva que no es solo exclusiva para los millonarios

Todos los modelos en la historia de Ferrari son mucho más que simples autos y dependiendo de su rareza y linaje, algunos pueden alcanzar precios increíbles, lo mismo para modelos nuevos exclusivos, como para los clásicos.

Gracias a su legado en las carreras, principalmente las de Fórmula 1-, Ferrari ha logrado establecer un modelo de negocio mediante el cual no necesita vender millones de autos al año para ser un éxito rotundo.

De hecho, la marca produce en volúmenes controlados de alrededor de 14,000 unidades al año para todo el mundo y su rentabilidad es la envidia de la industria, ya que según datos publicados por varios medios y expertos en análisis del mercado, Ferrari obtiene una ganancia promedio por auto vendido de alrededor de $110,000 dólares.

Es decir, Ferrari gana más con un solo auto vendido que muchos fabricantes con decenas, ya que el promedio de ganancia de las marcas que producen en forma masivas como Toyota, Ford, Nissan o Hyundai.

Ese margen de beneficio se mueve en un rango que va desde $80,000 dólares por unidad (según un estudio alemán citado por CNBC) hasta los $115,000 dólares, reportados recientemente por Yahoo Finance en el último informe financiero de la compañía. 

Estas cifras sitúan a Ferrari por encima de otras marcas de lujo y altamente exclusivas como Bentley, Porsche y Lamborghini.

El lujo que se vuelve experiencia

Durante los últimos años, la experiencia Ferrari va mucho más allá del privilegio de conducir un auto de más de $300,000 dólares, como lo hicimos la semana pasada con el Ferrari 296 GTB 2025, el primer modelo con motor V6 en los últimos 50 años de la marca – el más reciente fue el  Dino 246 GT de los años 70-, que además tiene tecnología híbrido para producir 830 caballos de fuerza y 545 libras de torsión por pie lineal.

Este modelo, que debutó en su versión original en 2021, representa una nueva filosofía, pero conserva el ADN Ferrari: es compacto, ligero, divertido de manejar y ahora con tren motor que permite manejar de modo 100% eléctrico durante unos 15 millas, además de una larga lista de elementos de tecnología heredados del equipo de Fórmula 1.

El Ferrari 296 GTB 2025 tiene un precio base de alrededor de los $350,000 dólares y como pasa con todos sus modelos, está agotado en todos los concesionarios de Ferrari del mundo, por el simple hecho de que hay un creciente número de clientes selectos que compran cada nuevo modelo Ferrari, incluso antes de que llegue a los concesionarios.

Durante el fin de semana, en el evento Ferrari Racing Days 2025 que se celebró en Miami, la marca presentó el 296 Speciale, y aunque se mantiene en secreto el número exacto de unidades disponibles, la marca sigue la filosofía de su fundador, Enzo Ferrari, quien creía que siempre habría que fabricar uno menos de lo que pide el mercado, para mantener sus niveles de exclusividad.

La compañía limita intencionalmente la producción para crear una sensación de rareza y escasez, lo que contribuye a su imagen de marca de lujo y permite mayores márgenes de beneficio, lo que garantiza que la demanda supere constantemente la oferta.

Una nueva forma de poseer un Ferrari

Sin embargo, el mito de que solo los millonarios pueden acceder a Ferrari, comienza a desdibujarse un poco, gracias a que la marca ha encontrado formas de acercarse emocional –y en ciertos casos-, financieramente a un público más amplio.

El más reciente ejemplo es la nueva colección de objetos coleccionables presentada durante la Milan Fashion Week, integrada por componentes de autos de carreras y de producción, con certificados de autenticidad y presentadas de una forma artística.

“El uso de materiales transparentes y elementos estructurales confiere un efecto de suspensión y ligereza”, dijo Flavio Manzoni, Director de Diseño de Ferrari.

La exhibición “Born for speed, reborn for beauty”, le da la oportunidad al aficionado de poseer una parte tangible del mito Ferrari, sin tener que pagar el precio de un 296 GTB o un Purosangue.  

Hay piezas como una válvula del cilindro de un motor,que se pueden comprar por apenas unos cientos de dólares y por supuesto, algunas que superan los cientos de miles de dólares, como uno de los motores originales del LaFerrari, el hypercar que debutó en el Auto en el Auto Show de Ginebra de 2013 y solo se produjo hasta 2016. 

En su momento, fue aclamado como el auto de producción para carretera más rápido jamás construido por la firma de Maranello, con su motor V-12 de 6,3 litros y la configuración híbrida HY-KERS, que generaba la asombrosa cifra de 950 caballos de fuerza.

¿Y qué tal correr en un Ferrari?

Para quienes buscan una experiencia más real, el Ferrari Challenge ofrece una puerta de entrada (costosa, pero no imposible) al universo competitivo de la marca, ya que para participar en esta serie puede requerir una inversión total de entre $600,000 dólares y $1 millón de dólares por temporada, sin incluir el costo del auto.

Un Ferrari 488 Challenge Evo usado cuesta unos $320,000 dólares, aunque también es posible alquilar uno por fin de semana por entre $15,000 dólares y $20,000 dólares, según datos recopilados en Quora. 

Este paquete incluye transporte, asistencia en pista y personal técnico, aunque no cubre reparaciones por daños. Los costos operativos —combustible, neumáticos, frenos, inscripciones, viajes— se suman rápidamente, pero la experiencia de correr en un Ferrari, con el respaldo de la fábrica, es incomparable.

¿Un Ferrari al alcance de todos?

Entre los modelos nuevos, el Ferrari Roma es el Ferrari nuevo más asequible, con un precio inicial de unos 247.310 dólares en 2023.

Si todavía eso está fuera de tu presupuesto, el Ferrari Mondial, fabricado entre 1980 y 1993, suele considerarse el Ferrari usado más económico, con precios que pueden oscilar entre los $40,000 y los $70,000 dólares.

Otros Ferrari usados ​​relativamente asequibles son el 400 GT/400i/412 ($40,000 a $70,000 dólares), el Ferrari 308 ($64,000 y $110,000 dólares) y el Ferrari 348 (en el mismo rango).

Desde un punto de vista emocional, absolutamente, Ferrari ha sabido democratizar su pasión sin devaluar su exclusividad. Desde un accesorio de colección, una gorra o una camiseta, hasta una participación alquilada en una carrera oficial, la marca ha expandido su universo sin comprometer su esencia.

Para muchos, será suficiente con admirar el rugido de un V8 o coleccionar una pieza auténtica con historia. Para otros, será la excusa perfecta para dar el siguiente paso.

Y así, lo que empezó como una obsesión por la velocidad, hoy es una pasión coleccionable, emocional y —en algunos, raros, casos— financieramente alcanzable. 

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